Arrancamos el nuevo curso recuperando algunas ideas en el ámbito de la descarbonización y la tecnología que son un buen referente para orientar los esfuerzos de los siguientes meses en materia de sostenibilidad.
La gran mayoría de estas ideas las pudimos recoger durante la jornada de descarbonización del pasado junio, y en la que expertos del sector compartieron con nosotros de qué manera están enfocando este reto en cada una de sus empresas. Entre otras cosas, pudimos constatar como la descarbonización y la eficiencia energética son preocupaciones reales para las que se están tomando medidas concretas.
Lo primero que pudimos constatar es que las estrategias de sostenibilidad son solo una pequeña parte que debe encuadrarse en un marco global mucho más amplio en el que se debe considerar el planeta, las comunidades y las personas. Teniendo esto en cuenta, no es raro que gran parte de las iniciativas se realice en colaboración con otras entidades, lo que demuestra el compromiso que existe con estos ideales más allá de las acciones que tienen un retorno directo sobre los edificios.
La segunda idea que queremos destacar es la importancia que tienen las certificaciones (LEED Certification, BREEAM® España, International WELL Building Institute (IWBI), WiredScore, etc.) como herramientas de benchmarking y palanca para dar visibilidad al trabajo que se realiza en materia de sostenibilidad y bienestar y que muchas veces pasa desapercibido.
También hay que destacar que es tan importante trabajar la sostenibilidad en los nuevos desarrollos como disponer de una estrategia de mantenimiento de las instalaciones y una estudiada política de renovaciones para los activos en fase de vida útil. Para ayudar a llevar a la realidad los distintos planes y acciones definidos por estas estrategias es recomendable disponer de un proceso iterativo de análisis y ejecución como el siguiente:
· Fase de Estrategia
· Fase de Investigación y Documentación
· Fase de Acción y Adhesión
· Fase de Seguimiento y análisis de resultados.
Por otro lado, remarcar que la colaboración público-privada es imprescindible para alcanzar los objetivos de descarbonización y sostenibilidad en aquellas zonas donde el green premium aun no es rentable.
Para poder medir el impacto de las acciones derivadas de aplicar los principios y estrategias que se acaban de exponer es imprescindible hacer uso de la tecnología.
Es de vital importancia la digitalización de procesos y sistemas para monitorizar y obtener datos de los parámetros relevantes de todas y cada una de las áreas de la empresa. Por ejemplo, de las inversiones tanto nivel técnico como económico, de los consumos energéticos o de los indicadores de nivel de servicio. Los datos permiten tomar decisiones informadas con criterios objetivos.
En esta línea, es clave establecer la periodicidad adecuada en la recogida de cada uno de los datos y así evitar el sobrecoste de gestionar información que no aporta valor por ser redundante. Esto depende de la tipología del dato y de la dinámica del sistema implicado. No es lo mismo monitorizar un consumo energético que un indicador de nivel de servicio. Para el primero nos puede interesar una monitorización en tiempo real mientras que para el segundo una periodicidad mensual nos puede bastar.
Por último, una correcta digitalización no solo permite gestionar, sin morir en el intento, un elevado número de activos con necesidades y características muy diferentes entre sí, sino que es también una palanca para conseguir y mantener la excelencia en la gestión.
Esperamos que alguna de estas ideas os inspire y anime a tomar acción. Cada pequeño esfuerzo cuenta y juntos podemos construir un futuro más sostenible.