¿Qué es una certificación LEED-CS y un protocolo IPMVP?
El sistema de clasificación LEED CORE & SHELL (LEED-CS) es un conjunto de criterios de eficiencia energética para certificar el diseño y la construcción de edificios sostenibles desarrollado a partir del U.S. Green Building Council.
El abasto de un proyecto LEED-CS está limitado a aquellos aspectos de diseño sobre los cuales el promotor de un inmueble tiene control directo:
- Ahorro de agua en el núcleo y la envolvente
- Optimización energética del núcleo y la envolvente con el objetivo de maximizar el ahorro energético durante la operación del edificio
- Materiales y recursos constructivos
- Planificación de la calidad ambiental interior del núcleo y la envolvente para asegurar que los futuros inquilinos puedan aprovechar los beneficios aportados por las directrices implementadas, incluyendo el confort térmico y la prevención de la contaminación procedente de contaminantes interiores, por ejemplo.
Paralelamente y de manera complementaria, existe también el sistema LEED para Interiores comerciales (LEED-CI), que de manera análoga al LEED-CS, dota de los criterios de eficiencia energética a los inquilinos para la gestión de los espacios donde el promotor no tiene control directo: acabados, iluminación, etc.
El protocolo de Medida y Verificación (International Performance Measurement and Verification Protocol, IPMVP) de la Efficency Valuation Organization (EVO) marca las directrices para implementar un sistema de gestión energética y conseguir los objetivos de ahorro y eficiencia que permitan a las organizaciones mejorar la explotación de sus instalaciones. La herramienta básica para conseguirlo es la elaboración i puesta en marcha de un Plan de Medida y Verificación (Plan M&V).
El objetivo de un Plan M&V se resume con los siguientes hitos:
- Identificar los costes energéticos del edificio así como evaluar y verificar los ahorros alcanzados con las medidas de eficiencia energética implementadas en el edificio.
- Monitorizar y obtener un histórico del consumo y rendimiento de los sistemas y equipos instalados.
- Optimizar la operación del edificio mediante el análisis de los datos recogidos.
¿Qué tienen en común?
En el marco de los diferente estándares presentados, se puede analizar el funcionamiento de los edificios/instalaciones y redactar documentos que recojan las especificaciones energéticas de su operación incluyendo una campaña de medida de consumos, o una simulación energética de calidad en su defecto, que provea tanto al promotor del edificio como a los futuros inquilinos, con las herramientas y las bases de partida para la implementación del IPMVP. Este análisis permite la obtención de 5 puntos para los siguientes créditos de LEED-CS:
LEED – EA CREDIT 5.1: MEASUREMENT AND VERIFICATION _ BASE BUILDING
LEED – EA CREDIT 5.2: MEASUREMENT AND VERIFICATION _ TENANT SUB-METERING
¿Actuaciones innovadoras?
Actualmente el mercado de servicios energéticos todavía es emergente y el desconocimiento y la diversidad de situaciones dificultan su completo desarrollo. Consideramos que esto provoca que cualquier actuación que vele por la eficiencia y el ahorro energético de una manera global y esté respaldada por estándares internacionales que apuestan por el diseño y el seguimiento de las acciones emprendidas, en lugar de aplicar medidas puntuales que a menudo no se siguen, ya la hace innovadora.
El protocolo IPMVP se vasa en parametrizar el consumo anual del edifico por fuente energética a partir de la monitorización del consumo y en función de parámetros que afectan a la demanda energética de las instalaciones (temperatura ambiental, iluminación, consignas de explotación, horarios de ocupación, etc.). Con esta parametrización se puede comparar el consumo anterior y posterior a las medidas de ahorro energético proyectadas e implantadas. A diferencia de las prácticas habituales, el análisis de los datos garantiza alcanzar los ahorros previstos o ser conscientes de cuando existen desviaciones que impidan alcanzarlos y así poder actuar sobre los ahorros cometidos en el cálculo de los mismos o la detección de las causas por las cuales no se obtiene el rendimiento deseado.
Adicionalmente, la figura del Facilities Manager y la implicación activa de la propiedad durante todo el proceso de certificación permite trabajar conjuntamente todos aquellos aspectos que aseguran el éxito del proyecto con todos los actores involucrados en la reforma de un edifico. Trabajar en equipo aporta sinergias entre todas las partes, beneficios para el proyecto y disminuye considerablemente la inversión destinada a realizar todas las actuaciones.
Impacto socioeconómico y replicabilidad de los proyectos
A continuación se presentan figura estándares en el equipo involucrado en un proyecto de este tipo: propiedad/promotor, arquitectura, ingeniería de instalaciones, Facilities Management, LEED Accredited Professionals y LEED Commissioning. Durante el proceso de certificación LEED, todas las partes aportan su experiencia en el sector, además de adquirir experiencia y formación específica en un estándar de calidad reconocido internacionalmente.
A demás, uno de los aspectos del Plan M&V es la concienciación de gestores, operarios de mantenimiento y usuarios del inmueble para hacer uso del mismo siguiendo un manual de buenas prácticas que ayude a disminuir la intensidad energética de las instalaciones. En el proceso de certificación LEED-CS se elabora un plan para las zonas comunes (núcleo y envolvente) así como una guía explícita para que los futuros inquilinos de las oficinas puedan elaborar el propio plan dependiendo de las características de la actividad a desarrollar en los espacios que ocupen. Este decálogo de buenas prácticas, conjuntamente con todo el conjunto de medidas de ahorro pasivas y el análisis de los datos obtenidos mediante la monitorización del consumo del edificio, dan como resultado un ahorro de energía primaria que inherentemente aporta un ahorro económico.
Hay que tener también en cuenta que la inversión asociada a la elaboración de un Plan M&V no debe ser en ningún caso superior al 10% de los ahorros previstos inicialmente, incluyendo el coste de inversión de los equipos de medida y la infraestructura asociada. Si se considera que la correcta implantación de las medidas elegidas supone la consecución directa de los ahorros de manera garantizada, este “sobrecoste” asociado es fácilmente justificable.
El hecho de utilizar el protocolo IPMVP también asegura la replicabilidad del proceso en proyectos similares, pudiendo adaptar los conceptos más usados y la normalización de los procedimientos a las particularidades de cualquier edificio o infraestructura.
¿Aportan un valor añadido real este tipo de certificaciones?
La actuación empieza en la fase de diseño de la remodelación de un edificio existente haciendo necesaria la colaboración entre todas las partes implicadas. Este hecho maximiza los beneficios para el inmueble e inhibe los intereses particulares de cada una de las partes si éstos no son para el bien común.
El Plan M&V implica el seguimiento de las medidas de eficiencia y ahorro energético adoptadas, persiguiendo la mejora continua y la participación de gestores, operarios y usuarios del edificio para garantizar que los resultados obtenidos sean los previstos. El monitoreo y el compromiso adquirido para la verificación permiten la detección de desviaciones, la posibilidad de analizar las causas que la provocan y tomar medidas para reconducir los resultados.
La aplicación de protocolos de medida y verificación pensamos que es el análisis dinámico necesario para edificios vivos que no responden a la fotografía estática de una auditoría energética y las medidas de mejora que puedan derivar de ella, aunque este paso sea necesario e imprescindible como punto de partida.
Por todo lo expuesto, des de TEST JG, creemos que el valor añadido de este tipo de proyectos es la garantía de los resultados esperados y por consiguiente, este es real y tangible.
Helena Ferré
Ingeniera Química | CMVP